Los días de El Pacto
Antes de que El Dominio tomase el poder y rigiera el destino de los pueblos, el mundo conocido fue gobernado durante siglos por un equilibrio de fuerzas entre dos facciones: El Cetro y El Yunque. Ambas agrupaciones se turnaban pacíficamente la gestión del gobierno tras el paso de cinco inviernos, ejerciendo un sistema de relevo de poderes conocido como El Pacto. Sus verdaderos orígenes nacen de la alianza que forjaron los pueblos meridionales para expulsar a los Invasores de Sudernia, una guerra que culminó con la victoria de los aliados y dio comienzo a la Era de la Victoria.
A pesar de sus épicos orígenes, siempre existieron grandes diferencias entre las facciones que gobernaban El Pacto. Las políticas de El Cetro buscaban alcanzar la prosperidad a través de la magia y el misticismo, y estaba formado por un Consejo de siete grandes Invocadores, Maestros Taumaturgos de las siete disciplinas místicas. Por el contrario, El Yunque estaba liderado por tres Hacedores, Grandes Maestros forjadores y cartógrafos que buscaban la prosperidad a través de la exploración y extracción de recursos. Estas sendas tan opuestas entre si fueron detonante de infinidad de disputas a lo largo de la vigencia de El Pacto, no obstante, este sistema de gobierno logró otorgar fuerza y estabilidad a los pueblos, haciendo perdurar la paz y prosperidad durante siglos.
En estos tiempos de crecimiento y esplendor la región de Dikosia se erigió como bastión del saber alquímico. El pueblo pesquero de Grajos pasó a ser el principal puerto comercial y punto partida de las exploraciones del Mar Dormido. Los caminos por fin cruzaron el Gran Bosque de Bregor. La solitaria región sureña de Ichnar se convirtió en el principal pueblo agrícola. Los salvajes nórdicos estrecharon lazos con el sur a través del comercio y la minería. Y finalizaron las excavaciones del Paso de Estidia, un gran túnel bajo la cordillera de el Espinazo de Veredia que facilitaría la exploración de las tierras del este. Todos estos avances fueron dirigidos desde La Ciudadela, ciudad-fortaleza que se convirtió en la gran capital de El Pacto.